lunes, 23 de abril de 2012

Ya en las tiendas - In Time


Hablar de Andrew Niccol, que escrito y dirigido In time, es, para muchos, hablar de Gattaca, que supuso su debut hace ya quince años, en 1997. Desde entonces, el neozelandés, un claro detractor del capitalismo más agresivo, ha demostrado que, para él, sacar a la luz un nuevo proyecto significa, de un modo u otro, hacer una reivindicación política, tal y como demostró con El señor de la guerra y el guión de El show de Truman, por el cual fue recibió un premio BAFTA y dos nominaciones, una en los Óscar y otra en los Globos de Oro. El filme que nos ocupa, a la venta desde el pasado 2 de abril (en un pack de 21'99 € que incluye DVD, Blu-Ray y copia digital), no es ninguna excepción al respecto, algo que se hace evidente con sólo leer su sinopsis:

En un futuro, en el que el tiempo es considerado (...) dinero y es posible detener el proceso de envejecimiento a los 25 años, la única manera de seguir vivo es ganar, robar o heredar más tiempo. Will Salas (Justin Timberlake) vive su vida minuto a minuto, hasta que una inesperada ganancia de tiempo le permite acceder al mundo de los ricos, donde se une a una (...) joven heredera (Sylvia Weis, interpretada por Amanda Seyfried) para intentar destruir tan corrupto sistema.

Una vez hecha la presentación, tal y como es habitual en Pase sin entrar, toca dar un paso más y analizar el producto. Noel Ceballos, de Fotogramas, que tiene a bien puntuarlo con cuatro estrellas sobre cinco, nos ahorra parte del trabajo con las siguientes palabras : alegato contra la injusticia endémica del sistema, 'In Time' será condenada por su falta de sutileza y, de hecho, está muy lejos de ser perfecta (...) , pero nadie podrá acusar a Niccol de no ser relevante. Jordi Costa, de El País, dicta sentencia en un sentido muy similar (subraya lo que ya resultaba evidente)  y Andrea G. Bermejo (Cinemanía), entre otros, asegura que lo que en un principio resulta prometedor, va perdiendo fuelle (...) entre modelitos retrofuturistas, una acción a ratos injustificada y repetitivas persecuciones. Otros, más satisfechos con el resultado, alaban lo subversivo o lo sesudo de la narración. Así, en la sección DVD del número de 323 de Imágenes, se insiste en su mensaje político, y Peter Debruge, de Variety, la define como un concepto filosófico fascinante.


De este modo, la crítica, pese a su carácter agridulce y desigual, no duda en reconocer cierto valor (aunque sea en su inicio) a la última obra de Niccol. La razón es, creo yo, que, al igual que los análisis que hemos visto, el conjunto resulta del todo irregular. Con una realización atractiva (aunque no brillante), una estética embriagadora, unas actuaciones más que correctas (a excepción de la de Timberlake) y una premisa brillante, todo decae cuando, como si no hubiese nada más que contar, el relato se convierte en, por decirlo amablemente, las crónicas de un pistolero: tiros, tiros y más tiros. La trama se estanca, las conclusiones nunca llegan y, por si fuera poco, la diversión no logra camuflar tantos defectos. Es, y espero que se comprenda la comparación, como si la obra de Karl Marx se detuviese en la dictadura del proletariado y no llegase a clarificar sus objetivos, es decir, el fin que origina el proceso revolucionario. Los héroes dejan de ser tales porque, llegados a la mitad del metraje, no sabemos por qué luchan ni qué pretenden conseguir. Algo que tampoco nos aclaran unos extras que, a todas luces, suponen más un relleno que un premio para el comprador: las entrevistas caen en las mismas obviedades que la película y el making of (The Minutes), aunque entretenido, se limita a ofrecernos algunos apuntes técnicos y a insistirnos una y otra vez en la supuesta carga ideológica de una historia que, digan lo que digan, reivindica la nada absoluta. 

¿Mi recomendación? Empezad a verla (merece la pena) y, cuando os canséis, pulsad el STOP. Ya sabéis: quien tiene el mando tiene el poder

NOTA: entre los contenidos adicionales del pack, se incluye una explicación detallada de los pasos a seguir para desbloquear a Sylvia Weiss en el juego de In Time para dispositivos Apple. No entro en valoraciones al respecto porque, dejando a un lado que no tengo acceso a la aplicación en cuestión, ésta se sale por completo de la temática del blog.


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